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martes, 28 de enero de 2014

Cinco Bestias Japonesas

Para que la entrada no fuera muy breve he decidido traeros cinco entradas en una, por lo que hoy voy ha hablaros sobre cinco criaturas de la mitología japonesa que espero que os guste. Comencemos.




Nekomusume



Una nekomusume, es una criatura de la mitología japonesa semejante a su contrapartida moderna, ("catgirl"), aunque la nekomusume tiene rasgos más felinos que humanos.

En algunos casos, se decía que eran gatos que, para gastar una broma, cambiaban de forma felina a humana y acabaron convertidos en híbridos. En otros, serían mujeres cuya cólera era similar a la de un gato enfadado, y por ello adquirirían las características de dicho animal.

En algún momento estos rasgos fueron suavizados, creando la catgirl moderna.


En los años 1950 el autor estadounidense Alfred Avila escribió sobre "la japonesa", un nekomusume que se decía existía en Los Ángeles, en el suburbio de El Monte.






Ryūjin,o Ryōjin



Ryūjin, “Dios Dragón”, también conocido como Ōwatatsumi, era la divinidad tutelar del mar en la mitología japonesa. Este dragón japonés simbolizaba el poder del océano. Tenía una gran boca y era capaz de adquirir forma humana. Ryūjin vivía en el Ryūgū-jō, un palacio submarino construido con corales de color rojo y blanco desde donde controlaba las olas del mar utilizando unas gemas mágicas (Kanju y Manju) con las cuales podía apaciguar y embravecer la marea. Tortugas marinas, peces y medusas son a menudos descritos como los sirvientes de Ryūjin.

Ryūjin era el padre de la hermosa diosa Otohime, la cual contrajo matrimonio con el principe Hoori. Se dice que el primer emperador de Japón, el Emperador Jimmu, es nieto de Otohime y Hoori. También se dice que Ryūjin es uno de los antecesores de la dinastía imperial de Japón.

Según una leyenda, la Emperatriz Jingū fue capaz de atacar Corea con la ayuda de las gemas mágicas de Ryūjin. Durante el enfrentamiento con la marina coreana, la emperatriz Jingū lanzó la gema Kanju (“Gema de la Marea Baja”) al mar y las aguas disminuyeron. La flota Coreana encalló y los soldados empezaron a salir de las naves. Fue entonces cuando Jingū lanzó al agua la gema Manju (“Gema de la Marea Alta”) y la marea subió, ahogando a todos los soldados coreanos. Un festival anual llamado Gion Matsuri, en el templo de Yakasa celebra esta leyenda.

Otra leyenda que involucra a Ryūjin es la historia acerca de cómo las medusas perdieron sus huesos. De acuerdo con la historia, en una ocasión, Ryūjin quería comer hígado de mono (para curarse de un escozor que padecía, en otras versiones de la historia) y envió a las medusas a que le consiguieran un mono. Cuando consiguieron dar con uno, el mono logró escapar de las medusas diciéndoles que había dejado su hígado en una jarra en medio del bosque y que tenía que irlo a buscar. Cuando las medusas regresaron donde Ryūjin y le contaron lo que sucedió, Ryūjin se enfureció tanto que golpeó a las medusas hasta desquebrajarles los huesos.

La Ryūjin shinkō ( ‘Fe del Dios dragón’) es una forma de creencia religiosa sintoísta que idolatra a los dragones como kamis del agua. Está vinculada con rituales relacionados a la agricultura, oraciones a la lluvia, y al éxito de los pescadores.



Ubume



Las ubume, son un tipo de yōkai o fantasmas japoneses, concretamente los espíritus de mujeres que fallecieron durante el parto, o que lo hicieron dejando desvalidos a sus hijos ya nacidos.

Se trata de un tema sensible, y tratado en multitud de historias y leyendas. Su apariencia es la más común de un yūrei, es decir, ropajes blancos y cabello largo y enmarañado. En algunas historias, compran dulces y comida a sus hijos vivos, con monedas que pasan a convertirse en hojas secas.




Uwan



Un uwan, es una voz sin cuerpo que habita en templos antiguos, y hogares abandonados. Según antiguas leyendas de la prefectura de Aomori, Japón, cuando una persona entra en uno de estos edificios, que no tiene forma yōkai, grita perforando las orejas, la voz es sólo audible para las personas dentro del edificio y aquellos que están fuera no oyen nada. Un uwan no existe físicamente y sólo consiste en el sonido, no representa ningún peligro físico.

Antiguas leyendas japonesas ofrecen varios ejemplos de informes sobre yōkais como el uwan, que consisten en nada más que el sonido, la luz, los fenómenos naturales, o de otra índole. En el período Edo, sin embargo, estos espíritus demoníacos se les dan cuerpos físicos con artistas como Sawaki Suushi que los incorporan a su trabajo.




Shisa




Los shisa, son seres mitológicos japoneses típicos de la cultura Ryukyu presente en la prefectura de Okinawa. Generalmente se encuentran representados sentados o agazapados, y formando parejas, en las cuales uno de ellos presenta la boca abierta y el otro cerrada, atribuyéndoseles género masculino y femenino respectivamente. Tradicionalmente el ejemplar izquierdo era llamado perro guarda, el derecho, era, concretamente, el llamado shisa.

En la cultura de las islas Ryukyu se colocan flanqueando las puertas de entrada o sobre el tejado frontal de la casa, donde juegan un papel protector como guardianes contra los malos espíritus.

Originalmente los shisa se colocaban sobre los tejados de palacios, templos, y otros edificios donde se asentaban los poderes imperiales o locales. El uso de Shisa como talismán se difundió en la población de Okinawa a finales del siglo XIX, cuando se levantó la prohibición del uso de tejas rojas a plebeyos. También es habitual su uso en los flancos de las puertas.

Los shisa son un animal, mezcla entre león y perro que muy probablemente sean, al igual que los koma-inu, una derivación local de los perros de Fu chinos, propios del Budismo.

Estas figurillas suelen fabricarse en cerámica o yeso, estos últimos suelen contar con motivos humorísticos.
En cierta ocasión, un emisario enviado a China regresó de uno de sus viajes, a la corte, en el Castillo de Shuri, trayendo un regalo para el rey: Una gargantilla con una pequeña figura de un shīsā. Al rey le pareció adorable, y se puso la gargantilla bajo su ropa. Entonces, sucedió que en la bahía del puerto de Naha, en la aldea de Madanbashi, un dragón marino aterrorizaba a la población, devorando a los habitantes y destrozando edificios y cultivos. Un día, mientras el rey visitaba la pequeña aldea, ocurrió uno de los ataques del dragón marino y toda la gente corrió a refugiarse. A la sacerdotisa del pueblo (noro), se le había revelado en un sueño que debía convencer al rey para que permaneciese de pie en la playa, sujetando en alto la pequeña figura del shīsā hacia el dragón. Envió entonces a un muchacho llamado Chiba para que advirtiese al rey de lo que debía hacer. Cuando el rey se enfrentó al monstruo con el shīsā en alto, un tremendo rugido envolvió la aldea. Un rugido tan profundo y poderoso que incluso el dragón se sorprendió. Entonces, un gigantesco pedrusco cayó del cielo y aplastó la cola del dragón. El dragón no podía moverse, y finalmente murió. Con el tiempo, la piedra y los restos del dragón quedaron cubiertos por la vegetación y pueden verse hoy en día en losbosques de Gana-mui, cerca del puente Ohashi de Naha. Desde entonces, la gente del pueblo fabricó muchos shīsā de piedra para protegerles del espíritu del dragón y de cualquier otra amenaza.


Muchas Gracias por vuestras visitas y Hasta la próxima ^_^

Bye!


1 comentario:

  1. como siempre me fascina la mitología y sus personajes sea de la mitología que sea esta. En ocasiones al algunos libros que he leido de dragones se habla sobre un dragon con el poder del mar supongo que será una referencia al dios Ryūjin, Me quedo con este personaje pues siempre que e leido sobre serpientes marinas me han parecido muy interesantes .
    un saludo

    mery

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