Todo lo
relacionado con Chernobil fue muy dramático, sinceramente cada vez
que veo un documental sobre esto, lloro. Fue algo apocalíptico casi
propiamente dicho, algunos incluso dicen que aquella noche se liberó
el infierno sobre la tierra. Desde entonces nada volvió a ser como
antes ni allí ni en todo el planeta. Como ya sabéis en este blog
trato temas sobrenaturales, así que para situaros os voy a poner una
introducción de lo que ocurrió esa noche, en ese lugar, vamos
hablar de todos lo misterios y el dolor que se ha quedado allí
grabado, veremos el entorno sobrenatural que rodea a este lugar
apocalíptico. Este tema siempre me ha llamado la atención y he
investigado mucho, por eso he querido hablaros de esto para celebrar
el primer aniversario del blog, me parecía algo que a todos nos a
interesado alguna vez, tanto en el tema “normal” por así
decirlo, de lo que ocurrió y en el tema sobrenatural que es el que
vamos a tratar. Espero que os guste y os conmueva como me conmueve a
mi.
El 26 ad abril de 1986 Chernóbil se convirtió en una ciudad
fantasma debido al accidente nuclear más grande de la historia.
Cuando el reactor número 4 estalló, desencadenando todo este
horror.
Se dice que la cantidad de material radioactivo supero 500 veces el
liberado por la bomba atómica de Hiroshima y que llego al nivel más
alto de radioactividad, nivel 7 en la escala de INES. Se evacuaron
cerca de 130.000 personas murieron 31 personas directamente en la
explosión y la nube radiactiva viajo a muchos países de Europa. La
ciudad donde vivía los trabajadores de Chernobil, Pripyat, quedó
totalmente abandonada. Todo ocurrió porque un equipo decidió esa
noche realizar un experimento para ver si podían aumentar la
seguridad del reactor. Para ello deberían averiguar durante cuánto
tiempo continuaría generando energía eléctrica la turbina de vapor
una vez cortada la afluencia de vapor.
Las bombas refrigerantes de
emergencia, en caso de avería, requerían de un mínimo de potencia
para ponerse en marcha (hasta que se arrancaran los generadores
diésel) y los técnicos de la planta desconocían si, una vez
cortada la afluencia de vapor, la inercia de la turbina podía
mantener las bombas funcionando. Para realizar este experimento, los
técnicos no querían detener la reacción en cadena en el reactor
para evitar un fenómeno conocido como envenenamiento por xenón.
Entre los productos de fisión que se producen dentro del reactor, se
encuentra el xenón (Xe), un gas muy absorbente de neutrones.
Mientras el reactor está en funcionamiento de modo normal, se
producen tantos neutrones que la absorción es mínima, pero cuando
la potencia es muy baja o el reactor se detiene, la cantidad de 135Xe
aumenta e impide la reacción en cadena por unos días. Cuando el
135Xe decae es cuando se puede reiniciar el reactor. Los operadores
insertaron las barras de control para disminuir la potencia del
reactor y esta decayó hasta los 30 MW. Con un nivel tan bajo, los
sistemas automáticos detendrían el reactor y por esta razón los
operadores desconectaron el sistema de regulación de la potencia, el
sistema refrigerante de emergencia del núcleo y otros sistemas de
protección. Estas acciones, así como la de sacar de línea el
ordenador de la central que impedía las operaciones prohibidas,
constituyeron graves y múltiples violaciones del Reglamento de
Seguridad Nuclear de la Unión Soviética. Con 30 MW comienza el
envenenamiento por xenón y para evitarlo aumentaron la potencia del
reactor subiendo las barras de control, pero con el reactor a punto
de apagarse, los operadores retiraron manualmente demasiadas barras
de control. De las 170 barras de acero al boro que tenía el núcleo,
las reglas de seguridad exigían que hubiera siempre un mínimo de 30
barras bajadas y en esta ocasión dejaron solamente 8.
Con los
sistemas de emergencia desconectados, el reactor experimentó una
subida de potencia extremadamente rápida que los operadores no
detectaron a tiempo. A la 1:23, cuatro horas después de comenzar el
experimento, algunos en la sala de control comenzaron a darse cuenta
de que algo andaba mal. Para cuando quisieron bajar de nuevo las
barras de control usando el botón de emergencia, estas no
respondieron debido a que posiblemente ya estaban deformadas por el
calor y las desconectaron para permitirles caer por gravedad. Se
oyeron fuertes ruidos y entonces se produjo una explosión causada
por la formación de una nube de hidrógeno dentro del núcleo, que
hizo volar el techo de 100 t del reactor provocando un incendio en la
planta y una gigantesca emisión de productos de fisión a la
atmósfera. Minutos después del accidente, todos los bomberos
militares asignados a la central ya estaban en camino y preparados
para controlar el desastre. Las llamas afectaban a varios pisos del
reactor 4 y se acercaban peligrosamente al edificio donde se
encontraba el reactor 3. El comportamiento heroico de los bomberos
durante las tres primeras horas del accidente evitó que el fuego se
extendiera al resto de la central. Aun así, pidieron ayuda a los
bomberos de Kiev debido a la magnitud de la catástrofe. Los
operadores de la planta pusieron los otros tres reactores en
refrigeración de emergencia. Dos días después, había 18 heridos
muy graves y 156 heridos con lesiones de consideración producidas
por la radiación. Todavía no había una cifra del número de
muertos, pero un accidente nuclear aumenta día tras día la lista de
víctimas, hasta pasados muchos años después. El primer
acercamiento en helicóptero evidenció la magnitud de lo ocurrido.
En el núcleo, expuesto a la atmósfera, el grafito del mismo ardía
al rojo vivo, mientras que el material del combustible y otros
metales se había convertido en una masa líquida incandescente. La
temperatura alcanzaba los 2.500 °C y en un efecto chimenea,
impulsaba el humo radiactivo a una altura considerable.
Al mismo
tiempo, los responsables de la región comenzaron a preparar la
evacuación de la ciudad de Prípiat y de un radio de 10 km alrededor
de la planta. Esta primera evacuación comenzó al día siguiente de
forma masiva y se concluyó 36h después. La evacuación de Chernóbil
y de un radio de 36 km no se llevó a cabo hasta pasados seis días
del accidente. Para entonces ya había más de 1.000 afectados por
lesiones agudas producidas por la radiación.
Estructura de hormigón denominada "sarcófago", diseñada para contener el material radiactivo del núcleo del reactor y que fue diseñado para una duración de 30 años.
La mañana del sábado, varios helicópteros del ejército se preparaban para arrojar sobre el núcleo una mezcla de materiales que consistía en arena, arcilla, plomo, dolomita y boro absorbente de neutrones. El boro absorbente de neutrones evitaría que se produjera una reacción en cadena. El plomo estaba destinado a contener la radiación gamma y el resto de materiales mantenían la mezcla unida y homogénea. Comenzó entonces la construcción de un túnel por debajo del reactor accidentado con el objetivo inicial de implantar un sistema de refrigeración para enfriar el reactor. Este túnel, así como gran parte de las tareas de limpieza de material altamente radiactivo, fue desarrollado por reservistas del ejército ruso, jóvenes de entre 20 y 30 años. Finalmente, jamás se implantó el sistema de refrigeración y el túnel fue rellenado con hormigón para afianzar el terreno y evitar que el núcleo se hundiera debido al peso de los materiales arrojados. En un mes y 4 días se terminó el túnel y se inició el levantamiento de una estructura denominada sarcófago, que envolvería al reactor aislándolo del exterior. Las obras duraron 206 días.
Estructura de hormigón denominada "sarcófago", diseñada para contener el material radiactivo del núcleo del reactor y que fue diseñado para una duración de 30 años.
La mañana del sábado, varios helicópteros del ejército se preparaban para arrojar sobre el núcleo una mezcla de materiales que consistía en arena, arcilla, plomo, dolomita y boro absorbente de neutrones. El boro absorbente de neutrones evitaría que se produjera una reacción en cadena. El plomo estaba destinado a contener la radiación gamma y el resto de materiales mantenían la mezcla unida y homogénea. Comenzó entonces la construcción de un túnel por debajo del reactor accidentado con el objetivo inicial de implantar un sistema de refrigeración para enfriar el reactor. Este túnel, así como gran parte de las tareas de limpieza de material altamente radiactivo, fue desarrollado por reservistas del ejército ruso, jóvenes de entre 20 y 30 años. Finalmente, jamás se implantó el sistema de refrigeración y el túnel fue rellenado con hormigón para afianzar el terreno y evitar que el núcleo se hundiera debido al peso de los materiales arrojados. En un mes y 4 días se terminó el túnel y se inició el levantamiento de una estructura denominada sarcófago, que envolvería al reactor aislándolo del exterior. Las obras duraron 206 días.
Según el informe “La
catástrofe de Chernobil. Consecuencias en la salud humana”
publicado por Greenpeace, en los últimos 15 años se habrían
producido 60.000 muertes en Rusia atribuibles al accidente de
Chernobil y se estima que el total de las pérdidas de vidas para
Ucrania y Bielorrusia podría alcanzar otras 140.000. Además, en un
informe del Centro Independiente de Evaluación Medio Ambiental de la
Academia Rusa de la Ciencia, basado en datos estadísticos del Centro
Nacional de Estadística sobre el Cáncer de Bielorrusia y Ucrania,
prevé que se producirán próximamente otros 270.000 cánceres, de
los cuales 93.000 mortales, causados por Chernobil en todo el mundo.
Hay que resaltar los bomberos, policías, militares y voluntarios que
dieron su vida por salvar a los demás, como los liquidadores, estos
eran personas de diferentes nacionalidades y edades que oscilaban
entre los 20 y 45 años, su función fue aplacar el reactor,
equipados con trajes de seguridad consistentes en mallas de plomo y
de una máscara de morro de cerdo, que producía terribles llagas en
el rostro y que hoy día se antojan ridículos porque se sabe a
ciencia cierta que poco o nada servían para protegerles. Ellos
fueron quienes debieron ingresar, algunos por voluntad de servicio,
otros por promesas de recompensas económicas, luego de que se
intentara inicialmente despejar los daños del reactor con robots
pero la radiación y extremas temperaturas que alcanzaban 2.500 ° C
terminaran por fundir sus circuitos. La misión consistía en evitar
que sucediera una nueva explosión y devolver al interior del reactor
las barras de grafito y los residuos de combustible que habían
quedado sobre lo que quedaba del techo, más lo mencionado
anteriormente, arrojar mezclas de arcilla, boro, etc. Entrando
en turnos de 2 minutos debían remover dos palas de tierra o lanzar
dentro por lo menos dos barras y volver a salir, otros debían nadar
en piscinas contaminadas para sacar deshechos u otros factores
contaminantes, otro grupo era el que en helicópteros sobrevolaba la
zona del desastre para arrojar sobre el núcleo una mezcla de
materiales que consistía en arena, arcilla, plomo, dolomita y boro
absorbente de neutrones, finalmente estaban los encargados de
rellenar con hormigón un túnel que inicialmente tenía como función
albergar un sistema de refrigeración y que finalmente sirvió para
afianzar el terreno y evitar que el núcleo se hundiera, a su vez se
encargaron de la construcción del sarcófago que debía cubrir
nuevamente la planta (el que en el 2004 presentaba serios daños y
que ya representaba un nuevo peligro. A partir de septiembre de 2007
se inició la construcción de uno nuevo con la colaboración de
varios países).
Espero que os haya gustado y que os guste la entrada de la semana que viene en la que trataremos más a fondo e el tema de lo sobrenatural de esto.
Muchas gracias por vuestras visitas y hasta la próxima ^^
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