Translate

domingo, 22 de julio de 2012

La Magia de los Espejos


En muchas sociedades tribales se creía que el reflejo humano en el agua era el alma, ya que se pensaba que ésta podía existir separada del cuerpo. Pero también se creía que en los ríos y en los lagos habitaban los espíritus de las aguas y que éstos podían atrapar el reflejo humano y capturar su alma. De ahí surge probablemente la creencia en diferentes latitudes de que la persona que ve en sueños su reflejo morirá pronto y también la superstición relativa a su poder para robar el alma. Así se explica la extendida costumbre de quitar los espejos de los cuartos de los enfermos, por si el espejo se lleva el alma de las personas debilitadas.Dar la vuelta o quitar un espejo cuando alguien fallece es otra
costumbre derivada de la misma idea: todo aquél que se mire en él tras la muerte de una persona morirá pronto. Según una de estas creencias más populares, si un espejo se rompe sobrevendrán siete años de desgracias. Asimismo, un espejo que se rompe al caerse sin que nadie lo toque es señal de la muerte inminente en un hogar. Sin embargo, existen varios antídotos para las desgracias que pueden sobrevenir si se rompe un espejo. Uno de ellos consiste en enterrar los trozos rotos bajo tierra y otra en lanzarlo a una corriente que fluya en dirección sur, de esta forma las aguas lavarán el maleficio. Los chinos tenían la costumbre de colgar pequeños espejos en las casas para ahuyentar a los espíritus maléficos -se llevarían un buen susto al verse reflejados en ellos-, en cambio en otras culturas se cree que los demonios y vampiros no se reflejan en ellos porque carecen de alma. Mientras que los antiguos aztecas protegían sus hogares de las brujas por la noche dejando un cuchillo en un cuenco de agua en el umbral, en la Europa de principios de siglo XVII se puso de moda llevar pequeños espejos en los sombreros para evitar los rayos del mal de ojo. En Italia se le ponía veneno al espejo si una bruja especialmente maléfica se había mirado en él.Las supersticiones también se extienden al campo de la adivinación. Una muchacha que mire el reflejo de la Luna en un espejo podrá saber cuándo se casará; si este rito se realiza en Halloween, la joven tendrá además una visión de su futuro esposo. En el paganismo se invoca a las entidades sobrenaturales a través del espejo. Pero con la llegada del cristianismo y sus creencias en un Dios benévolo y un demonio malévolo, el espejo se convierte en un instrumento negativo por el temor a que el maligno se asome a él ejerciendo el poder de la tentación.Llega la Edad Media, y con ella las persecuciones de todo tipo. El espejo comienza a considerarse un objeto que refleja y alimenta la vanidad de la mujer, convirtiéndose en un instrumento infame.Pero la leyenda de los espejos mágicos de los cuentos ya se narraba antiguamente, por su capacidad para duplicar la realidad, los espejos han sido siempre un medio de acceso para la magia y lo sobrenatural, y ya en la Antigüedad el arte de la adivinación por medio de espejos, conocido como cristalomancia, era practicado por magos y aurúspices de muchas culturas. Las antiguas brujas de Tesalia escribían sus oráculos en espejos con sangre humana. Se cuenta que enseñaron a Pitágoras a adivinar sosteniendo un espejo en dirección hacia la Luna. Este tipo de adivinación adoptó formas muy sofisticadas a lo largo del tiempo y no sólo se utilizaban recipientes de plata, piedras preciosas y agua en un cuenco, sino también las uñas de los dedos muy pulidas. Los espejos muy bruñidos y pintados de negro en el lado convexo se consideraban excelentes instrumentos para desarrollar la clarividencia, de forma similar al uso de una bola de cristal. Catalina de Médicis y Enrique IV tenían espejos mágicos a los que consultaban con frecuencia. Alberto Magno y Cornelio Agrippa hacían predicciones con un espejo, así como Cagliostro. También John Dee, el mago real de la reina Isabel I de Inglaterra, utilizaba un huevo de cristal y un espejo negro de obsidiana. Un procedimiento habitual entre los adivinos consistía en sumergir un espejo de metal en el agua y según se viera el reflejo -desfigurado o claramente definido- se auguraba si la persona iba a vivir mucho o a morir. En la Edad Media se creía que las imágenes formadas en un bola de cristal o en un espejo eran causadas por Dios o por los malvados demonios que habían quedado atrapados por la magia, pero modernamente se ha propuesto explicaciones naturales para las imágenes que afloran al pensamiento cuando se escudriña un espejo con fines adivinatorios: son los estímulos ópticos de la capacidad imaginativa los que provocan las visiones. Con práctica y paciencia puede aprenderse este arte. 



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario