Bueno antes de empezar con esta nueva leyenda urbana
que toca hoy le quiero dar las gracias a Lyd por el premio que me ha
dado, ¡muchísimas gracias guapa! :3 que por cierto si os gusta leer
historias y no teneis nada que leer os recomiendo su blog, en el
escribe una historia buenísima y también pequeños relatos, os
encantara y enganchara :). Os lo recomiendo, pasaros
http://lyd-lecturaydiversion.blogspot.com.es/
Todo comenzó en Tetbury, una pequeña localidad de
cierta campiña inglesa situada a unos cuarenta minutos de Oxford. Se
dice que allí, hace muchos años, vivía una chica de deslumbrante
belleza llamada Mary Ann Sawford. Sus cabellos eran largos, ondulados
y de un dorado semejante al oro, su cuerpo era todo un monumento y su
rostro tenía facciones tan bellas y finas que parecía el rostro de
un ángel. Por todo ello Mary Ann estaba acostumbrada a ser el centro
de atención, un imán que por donde iba monopolizaba las miradas
masculinas y que, con una sola mirada de sus ojos azul-zafiro, era
capaz de hacer que cualquier chico del pueblo caiga rendido a sus
pies.
Pero su apariencia era sólo el bello envoltorio de
un alma insensible y algo cruel. Detrás de su rostro angelical
latían una soberbia y una arrogancia sin límites pues Mary, cegada
por la vanidad y la superficialidad, creía que por ser tan hermosa
era superior a los demás, mirando casi siempre con desdén a las
otras personas, particularmente a aquellas que no habían tenido la
suerte de ser tocadas por la belleza. Fue así que aquella detestable
actitud de Mary consiguió que, con el tiempo, la envidia que las
chicas del pueblo le tenían acabase por transformarse en una
peligrosa combinación de celos y odio.
En su crueldad, Mary Ann encontraba un gran deleite
en amargarle la vida a una chica jorobada de nombre Elizabeth: la
trataba con apodos, le lanzaba bromas denigrantes, la dibujaba, entre
otras cosas…Y todo eso durante años. Un día cruzó los límites y
humilló fuertemente a Elizabeth delante de Robert, el chico que
Elizabeth amaba. Esa noche Elizabeth lloró y juró que ya había
sufrido demasiadas humillaciones y que era hora de hacer justicia y
vengarse de Mary Ann. Quería hacerle algo horrible sin importar las
consecuencias, algo que le haga pagar por haber adoptado por tanto
tiempo la actitud aborrecible de la niña mimada en la que se había
convertido…
Tres días más tarde Elizabeth fue arrestada
después de lanzar una sartén de aceite hirviendo al rostro de Mary.
Mary Ann sobrevivió, incluso conservó la vista…pero el precio fue
muy alto, tan alto que ella habría preferido morir: su rostro
angelical quedó tan desfigurado por la severidad de las quemaduras
que parecía el de un monstruo infernal, su pecho y su cuello habían
quedado en un estado lamentable y había perdido una buena parte de
su dorada cabellera.
Dicen que la primera vez que vio su nuevo aspecto
estuvo toda la noche gritando, y que entró en una crisis nerviosa
tan terrible que sus alaridos estuvieron resonando por gran parte de
Tetbury hasta casi entrada la mañana. Jamás volvió a ser la misma:
se había transformado en un ser traumatizado y atormentado.
Pasaba todo el tiempo encerrada en su casa, no
permitía visitas. Cubrió con viejas sábanas todos sus espejos para
así evitar el suplicio de mirar su horrendo aspecto. Pasaba horas
enteras peinándose el poco pelo que le quedaba mientras se repetía
una y otra vez que era la chica más bella del pueblo. Cuentan que si
pasabas cerca de su casa podías casi siempre oírla sollozar,
incluso dicen que a veces por las noches se ponía a gritar como
loca. Con el tiempo fue enloqueciendo cada vez más, aunque no
permaneció mucho tiempo mas entre los vivos, ya que después de que
perdiera su belleza: un día, incapaz de seguir aguantando su
suplicio, Mary destapó uno de sus espejos y, al ver su monstruosa
imagen, comenzó a gritar, rompió el espejo y luego se cortó las
venas con uno de los pedazos del afilado cristal…
Pasados unos días se encontró su cuerpo desangrado
encima de los pedazos del espejo. Cuentan que nadie acudió a su
funeral, el odio y envidia que había despertado en vida la habían
dejado sola en sus últimos momentos.
Con el paso de los años empezaron a nacer extraños
rumores en Tetbury: se decía que el espíritu de Mary Ann estaba
penando y que hasta se podía invocar. Todo lo que había que hacer
era estar solo en tu casa de noche, escribir el nombre de Mary Ann en
un espejo y luego acostarte. Supuestamente, a la mañana siguiente
encontrarías el espejo roto y verías que tu reflejo ha desaparecido
para siempre, y en su lugar aparecerá el rostro quemado de Mary Ann
en cada espejo a tu alrededor, el espíritu te estará vigilando
desde el más allá mientras se peina su raída melena…
En un comienzo creerás que se trata de
alucinaciones pero luego la verás cada vez más: en el cristal de la
ducha, en el vidrio de la ventana, en la pantalla del ordenador, en
tus sueños… Mas solo tú podrás ver el rostro aterrador de Mary
Ann, nadie más lo verá y si lo cuentas los demás pensarán que
estás loco y al final tarde o temprano acabarás tan trastornado
como la propia Mary Ann…
Seguirás viéndola hasta que un día te hartes y
rompas uno de los malditos espejos en que Mary Ann te observa
peinándose. Pero cuidado: el día que hagas eso, ten por seguro que
morirás, ya que Mary Ann enfurecerá y mientras duermes poseerá tu
cuerpo y te obligará a suicidarte cortándote las venas con los
afilados restos del espejo igual que ella se quitó la vida
abandonando su sufrimiento en este mundo…
Espero que os haya gustado, gracias por vuestras visitas ^^
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