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domingo, 23 de marzo de 2014

Zombis y Momias

Zombis

Un zombi es un muerto viviente cuyo cadáver ha sido devuelto a la vida a través de un oscuro ritual de vudú, magia negra o nigromancia. Desde hace cientos de años, hechiceros y chamanes han levantado cadáveres a través de rituales de vudú con el único fin de convertir estos cuerpos putrefactos en esclavos.

La magia negra y la nigromancia consiguen convertirlos en verdaderos autómatas que, privados de toda inteligencia o humanidad, son capaces de llevar a cabo las órdenes más perversas.

Es fácil confundir a un zombi con un “infectado”. En apariencia, ambos son cadáveres vivientes, sin embargo, las diferencias son notables; un zombi no necesita alimentarse. Se mantiene “vivo” gracias al siniestro ritual que lo despertó. Un infectado es el resultado de un cadáver que ha fallecido por causas víricas y que, debido a este mismo virus, vuelve a la vida con necesidad de alimentarse, pero con unas funciones neuronales básicas. Sólo la parte más primitiva de su cerebro está en funcionamiento y mantiene al cadáver alerta, en busca de carne fresca y vísceras, que no duda en arrancar incluso del cuerpo vivo de su víctima. De este modo, mantiene su metabolismo muy activo y el cuerpo a una alta temperatura. También es interesante distinguir a un zombi de un necrófago; los necrófagos han sido alzados por magia mucho más poderosa de la que se usa para levantar a un zombi. Generalmente, suele realizar el ritual un nigromante o un hechicero consagrado a un dios de la muerte. Gracias a esta poderosa magia, en la que está involucrada el alma de la propia víctima, el necrófago conserva su inteligencia, pero no su voluntad, que está supeditada a ese dios. El precio de este alzamiento se paga en almas, las almas de las víctimas del necrófago, que pasan a pertenecer al dios tributado. Los necrófagos sí que buscan alimentarse de cuerpos y carne fresca y, para ello, se ayudan de la habilidad de paralizar a sus víctimas, llegando, en algunos casos, a convertir a su víctima en un nuevo necrófago.

Normalmente, son levantados de sus tumbas pasados unos días de la muerte, por lo que su estado de parcial o avanzada descomposición los delata como zombis. También es muy característico el olor a podrido que los envuelve, así como la piel despegada, los gusanos que brotan de todas partes de su cuerpo y el aspecto harapiento. Sin embargo, una vez alzado, el proceso de putrefacción se detiene gracias a la energía del conjuro.

Otra característica es la mirada perdida. Sus ojos, en el caso de conservarlos, no siguen a los movimientos ni a la luz. Hay quien piensa que los propios nigromantes asesinan a los vivos para convertirlos en sus esclavos zombis. Sea así o no, algunos cadáveres son devueltos a la vida inmediatamente después de su muerte. En estos casos, apenas se distinguen del resto de seres vivos, por lo que hay que prestar atención a ciertos detalles. Por ejemplo, en la oscuridad se mueven con total normalidad ya que, a diferencia de los seres vivos, no necesitan ver. 

No se sabe el motivo, pero suelen actuar en la oscuridad y es más frecuente verlos merodear durante la noche.

Un zombi no experimenta emoción alguna, ni siente dolor. Su sistema nervioso no funciona, por lo que sus movimientos son dirigidos o programados por quien lo alzó. No pueden enfermar ni ser envenenados, y tampoco necesitan descansar ni dormir.

Son anormalmente fuertes y presentan una resistencia y aguante que sólo la magia negra puede explicar. Sin embargo, sus movimientos son lentos y, en ocasiones, bastante imprecisos.

Sus habilidades dependen del creador y de lo que éste considere útil para su esclavo zombi. Pueden ir desde manejar al ganado y llevar una granja, hasta el uso de armas, así como saber construir o improvisar las suyas propias.

El zombi alzado debe ser programado con instrucciones concretas y sencillas. Si el creador del zombi muere, se quedan con la última orden de por vida.

Los zombis pueden convertirse en seres más peligrosos de lo que parecen, incluso para su propio creador, ya que existe la posibilidad de que otro hechicero o nigromante reprograme al zombi, haciendo que se vuelva contra su creador original.


Los Zombis en la cultura popular:


En el cine:


El cine de zombis es un subgénero del cine de terror, a menudo encuadrado dentro de la Clase B, pero que cuenta con una amplia representación de películas a lo largo de la historia. Como género independiente, cuenta con sus propias convenciones, de las cuales la única fundamental es la presencia de los “no muertos” o zombis. Su principal y más conocido artífice es George A. Romero.

Algunos libros sobre la materia en castellano son Zombie evolution, de José Manuel Serrano Cueto, y Cine Zombi, de Ángel Gómez Rivero, editado por Calamar Ediciones en 2009, con más de 400 películas de la temática comentadas. Recientemente (noviembre de 2009), en Argentina, fue lanzado Zombies! Una enciclopedia del cine de muertos vivos, de Luciano Saracino, editado por Fan Ediciones.

Evidentemente las mas destacables del cine son Resident Evil, Guerra Mundial Z, El amanecer de los muertos, Bienvenidos a Zombieland, Soy Leyenda, 28 días después, 28 semanas después, Rec, Warm Bodies, Evil Dead, El regreso de los muertos vivientes...


En los comics:


Otro caso de zombis en la cultura popular son la serie de cómics Marvel Zombies, de Marvel Comics. Otro ejemplo sería el manga Highschool of the Dead basado en un holocausto zombi, así mismo el manga/novela ligera Kore wa Zombie Desu ka? tiene como protagonista a un zombi. También hacen su aparición en la saga de Thriller Bark, de la serie japonesa One Piece; así como en la saga The Walking Dead, de Image Comics, además, la familia Tao (Shaman King) usaba zombis como ejército. También, en el manga de Hellsing los vampiros de nivel 1, al succionar la sangre a un humano, los convierten en muertos vivientes. En DC Comics, destaca el personaje de Solomon Grundy, un tipo de zombi de grandes dimensiones; un muerto revivido de fuerza sobrehumana y con la capacidad de volver una y otra vez de la muerte. Aparte de ello, en muchas editoriales se han publicado historias cortas que involucran zombis de algún tipo (ya sea creados por magia o por alguna causa "científica"). Curiosamente durante la década del 70' el Comics Code Authority prohibió el uso de la palabra "zombi", recurriendo la editorial Marvel Comics a la palabra "zuvembies" para designar a personas con características similares a los zombis que eran usadas como sirvientes por supervillanos haitianos.


En la televisión:


Una de las apariciones más recordadas de zombis en la televisión es el video Thriller, de Michael Jackson en 1983, donde aparecen zombis bailando con el cantante. A esta escena se le han rendido muchos tributos y se ha vuelto una imagen importante de la cultura popular masiva en general.

Han aparecido también zombis en capítulos especiales de series como Los Simpsons, South Park, e Invader Zim.

En el 2010, AMC estrenó The Walking Dead (serie de televisión)The Walking Dead una serie que se desarrolla durante un apocalipsis zombi. El protagonista despierta después de un coma para encontrarse dentro de un hospital, solo, en una ciudad donde sólo quedan muertos vivientes.

Una de las series/anime japonesas dio a estreno a la mundialmente conocidam Highschool of the Dead que se reprodujo a finales de 2011 en hispanoamérica, América y Asia. Esta serie con los géneros Horror, Thriller y Ecchi. Hizo creer a los jóvenes que la apocalipsis si existía y seria de estos seres a los que llamamos zombis.


En la literatura:


Desde tiempos remotos, los zombis formaron parte de las folclóricas leyendas, las cuales hablaban de cadáveres que regresan a la vida, como las momias o necrófagos, quienes en un acto insolito regresaban para ajustar cuentas pendientes. En el escalafón de la monstruosidad los zombis se consideraban los de menor relevancia.

Pero las cosas cambiarían hacia el año de 1697, fecha en la que Paul-Alexis Blessebois llevó a la literatura occidental a esa figura siniestra de la que había escuchado en diversos viajes que realizó a la "América hostil". Tras su vida en la isla Guadalupe y Perú, el escritor francés escribió El Zombi del Gran Perú (Le Zombie du Grand Pérou), un relato paródico, pero con tintes sobrenaturales.

Pese a que Blessebois no estableció un concepto claro del personaje, si dejo las bases para una próxima revisión sobre esta clase de muerto viviente. Un siglo después, en 1789, Moreau de Saint-Mery concibió un diccionario relativo a la isla Santo Domingo. En éste el autor afirma que el zombi es una palabra criolla, designada a un espíritu o fantasma que regresa de la tumba. A los individuos embrujados se les conocería como zombis. Antes de que en el siglo XX se vislumbraran algunos casos sobre la veracidad de esos seres, y que algunos haitianos demostraran sus dotes para inducir un trance letárgico mediante pociones de hierbas y peces exóticos, la literatura aportó sus propias historias.

Estas se originaron en el siglo XVIII, influenciadas por el oscuro romanticismo de Mary Shelley y su Frankenstein de 1818. Aunque esta novela no aborda el tema zombi, sí plantea uno de los puntos fundamentales de su origen: el concepto de la resurrección de los muertos, desde la visión de un cientìfico y su carrera contra el tiempo. El relato inspiraría a los estadounidenses Edgar Allan Poe y Ambrose Bierce.

Allan Poe aportaría dos relatos fundamentales para la narrativa zombi. La Caída de la Casa Usher de 1839 y La verdad sobre el caso del Señor Valdemar de 1845; mientras que años más tarde Bierce haría palpables las atmósferas terroríficas de los zombis como en el caso del gran relato La Muerte de Halpin Frayser de 1893.

En los años veinte del siglo XX, el norteamericano William Seabrook concretaría el concepto zombi, a través de su texto La isla mágica de 1929. En su momento, la historia ubicada en un Haití del culto vudú y repleta de esclavos resucitados, fue tachada de sensacionalista y exagerada, pero se convirtió en una de las primeras grandes referencias occidentales de los zombis.

Uno de los primeros exponentes de la literatura de terror en incluir lo que podrían considerar zombis modernos es H. P. Lovecraft (1890-1937) quien, por su ateísmo, usualmente presenta en sus historias gran cantidad de muertos vivientes que no son resucitados por medios mágicos ni sobrenaturales. Y si bien, no en todas sus historias se explica como los muertos resucitan, en dos de sus más conocidos trabajos sobre el tema; la serie Herbert West: Reanimador y la novela El caso de Charles Dexter Ward, los muertos son revividos por medios científicos.

Existen diversos libros a nivel mundial que tratan el tema de los zombis, como el de Max Brooks (hijo de Mel Brooks) con Zombi - Guía de supervivencia y Guerra mundial Z: Una historia oral de la guerra zombi. En España se puede destacar el libro Apocalipsis Z, basado en un blog del mismo título, cuyo autor es el escritor español Manel Loureiro, en Latinoamérica, se destaca la antología No entren al 1408, editada por el ecuatoriano Jorge Luis Cáceres y que reúne 22 relatos, así como las novelas Los Caminantes del malagueño Carlos Sisí y Ciudad Humana del cartagenero Carlos J. Lluch, las cuales narran cómo una pandemia zombi arrasa con la civilización tal y como la conocemos. Por otro lado, en El Baile de los Secretos se presenta una plaga de criaturas relacionadas con el zombi moderno y en Oh No! Voy a convertirme en Zombi!, de Jason Daniel Greenfield y Martin Towers, en clave de humor, se enseña a los zombis a sobrevivir en un mundo infectado por humanos.

Actualmente, este género goza de gran popularidad, produciéndose un fenómeno similar y paralelo al que se da también con los vampiros y la saga Crepúsculo. Es por ello que algunas editoriales dedican buena parte de su producción a la temática zombi. Incluso, han salido recientemente al mercado diversas versiones de obras clásicas convertidas al género zombi: El Quijote Z, Orgullo y Prejuicio y Zombis, Lazarillo Z. También podemos destacar la historia llevada al cine del escritor Isaac Marion, Warm Bodies, que puede recordar a la famosa novela de Shakespeare, Romeo y Julieta.


Momias


Se denomina momia al cadáver de un ser humano o de un animal que, mediante embalsamamiento o por circunstancias naturales, se ha mantenido en aceptable estado de conservación mucho tiempo después de la muerte. Existen regiones y lugares que por sus características de sequedad extrema, frialdad, alcalinidad, aislamiento de la intemperie o de los microorganismos, causan que un cadáver se momifique en lugar de que se degrade por completo, como sucede normalmente en casi cualquier parte de la biósfera terrestre. En el ambito sobrenatural una momia es un cadáver reanimado y conservado a través de los siglos mediante oscuros y secretos rituales.
El proceso de momificación consiste en el mantenimiento del cuerpo evitando su descomposición y, puede ser natural; si cadáver se ha conservado en una atmósfera enrarecida, por ejemplo, en un denso pantano, o artificial; si el cadáver se ha conservado a través de pócimas y ungüentos mágicos.

El proceso de reanimación de la momia es celosamente guardado por sacerdotes y chamanes que dan culto a oscuros dioses del desierto.

La momia resultante suele estar totalmente envuelta en vendajes funerarios que cubren un cuerpo reseco y de color oscuro, de hecho, la palabra momia viene del persamummia, que significa betún.

Durante los rituales de reanimación la momia queda ligada a una determinada tumba o templo, que protegerá de por vida, y sus acciones son dirigidas por los espíritus y energías mágicas empleados durante dicho ritual. Las momias son, pues, las eternas vigilantes de tumbas.

Son fuertes y aptas para luchar cuerpo a cuerpo pero sus movimientos son muy lentos ya que los procesos de momificación aumentan la rigidez de su cuerpo. Sin embargo, su determinación a la hora de defender su territorio hace que los ladrones de tumbas se lo piensen bien antes de enfrentarse a la eficaz momia.
Además, al ser muertos vivientes son inmunes al dolor, a las enfermedades y a los venenos… pero tienen un punto débil; y es que son muy vulnerables al fuego.



Espero que os haya gustado esta nueva entrada de la semana y disculpad que la semana pasada no hubiera entrada nueva.

Por cierto quiero recordaros el enlace del blog de mi novela "Balesedy" y traeros un nuevo enlace de mi nuevo blog,donde publico cosas que escribo y próximamente una nueva historia, gracias de antemano a los que os paséis :3


Balesedy

Entre Sombras: Una historia de Guante Blanco




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domingo, 9 de marzo de 2014

Centralia, el verdadero Silent Hill

Supongo que la mayoría de mis lectores, o sea vosotros, conoceréis el famoso videojuego de Silent Hill que también ha sido llevado a la gran pantalla como tantos otros videojuegos famosos, pues bien hoy os traigo al verdadero Silent Hill, es que existe en la realidad, pero en realidad este pueblecito no se llama Silent Hill si no Centralia. 

Centralia es un borough en el condado de Columbia, Pensilvania, en los Estados Unidos. En 1981 había más de 1.000 habitantes, pero la población disminuyó a 10 en el Censo de 2010, como resultado de incendiarse (y no apagarse desde entonces) una vieja mina de carbón que arde debajo de la ciudad. En la actualidad el pueblo ya no existe, Aunque todavía quedan restos de casas, supermercados y hoteles. 


Centralia fue registrada en 1866, pero ha existido desde 1841, cuando la taberna "Bull's Head" fue abierta por Johnathan Faust. En 1854, Alexander W. Rea, un ingeniero minero civil de la compañía "Locust Mountain Coal and Iron", se mudó a la villa y construyó calles y parcelas. Este lugar fue conocido como Centreville hasta 1865, cuando se le cambió el nombre por Centralia, como consecuencia del establecimiento de la oficina de correos. La industria del carbón, se volvió la principal ocupación de la comunidad. La extracción de carbón continuó en Centralia hasta la década de 1960, cuando la mayor parte de las compañías salieron del negocio. Aun así, la minería de contrabando continuó hasta 1982.

El poblado fue cuna de activistas de la organización secreta de mineros denominada Molly Maguires, durante el período entre 1860 y 1870. El fundador de la ciudad, Alexander Rea, fue una de las víctimas de esta orden clandestina, cuando fue asesinado en las afueras del municipio el 17 de octubre de 1868. Tres individuos fueron condenados por el crimen y colgados en la capital del condado de Bloomsburg, Pennsylvania el 25 de marzo de 1878. Varios asesinatos e incendios ocurrieron durante este lapso.
El municipio estuvo comunicado por dos vías férreas, la Philadelphia and Reading y la Lehigh Valley, con la que apareció el principal medio de transporte. El servicio de tren desapareció en 1966. La ciudad tuvo su propia escuela con educación primaria y secundaria. También hubo dos escuelas católicas en el pueblo. En una época, el municipio tuvo siete iglesias, cinco hoteles, veintisiete salones, dos teatros, un banco, su oficina postal, y catorce almacenes y negocios

Un fuego fue encendido en el basurero de la ciudad dentro de una fosa de una mina abandonada, en la parte sudeste de Centralia en 1962. El fuego encendió en llamas una vena expuesta de carbón, y se esparció por todas las minas situadas debajo del pueblo. Varias veces se intentó aplacar el fuego sin resultado alguno. Siguió quemandóse entre los años 1960 y 1970. Durante este tiempo, varias personas se vieron afectadas en su salud a causa del monóxido de carbono producido por el siniestro.

En 1979 la gente se dio cuenta de la magnitud del problema por casualidad, cuando el propietario de una gasolinera insertó una vara dentro de uno de los tanques subterráneos para verificar el nivel de combustible. Cuando la retiró estaba caliente, entonces bajó un termómetro amarrado a una cuerda y se sorprendió al descubrir que la temperatura de la gasolina en el tanque era de 78°C. Poco tiempo después de este incidente la atención hacia el fuego incrementó.

En 1981, Todd Domboski de 12 años, cayó dentro de un pozo que de pronto se abrió bajo sus pies. Fue rescatado tiempo después, se estimó que el pozo tenía decenas de metros de profundidad. El suceso atrajo la atención de todo el país hacia Centralia, y en 1984 el Congreso de los Estados Unidos asignó más de 40 millones de dólares para la reubicación de personas. La mayoría de los residentes aceptaron la indemnización y se mudaron a los pueblos vecinos de Mount Carmel y Ashland.

Unas cuantas familias optaron por quedarse, a pesar de las advertencias de los oficiales del estado. En 1992 el estado de Pennsylvania expropió todos los inmuebles del municipio. Una subsecuente batalla legal en contra del gobierno fue iniciada por los residentes, sin éxito. En el 2002 el servicio postal estadounidense revocó el código de área del pueblo.


Sólo un puñado de casas quedaron de pie en Centralia. La mayoría de los edificios han sido arrasados y hoy el área parece ser una campiña con varias calles pavimentadas y algunas partes se han llenado de árboles nuevos. La mayoría de calles y aceras están llenas de arbustos. La única iglesia que quedó en el pueblo mantiene servicios semanalmente los sábados en la noche, y los cuatro cementerios están en buen estado. Irónicamente, los cementerios tienen más población en ellos, que el mismo pueblo.


En actualidad, Centralia es un sitio despoblado y fantasmal con unos 10 vecinos. El yacimiento continua ardiendo y se supone que tiene carbón para hacerlo durante 250 años más.

Los únicos indicios de fuego, que se encuentra a 1600 metros bajo la superficie, son algunas chimeneas subterráneas que expelen humo en el sur del municipio. Otras fuentes de humo y vapor vienen de una porción abandonada de la carretera estatal número 61, la cual fue cerrada por los años de 1990 después de que aparecieron varias grietas en la superficie, así como también desde los alrededores del cementerio y de varias otras grietas situadas en el área. Sin embargo, el fuego subterráneo todavía arde y seguirá así por un tiempo indeterminado. No existe ningún plan de momento para extinguir el incendio, el cual consume una veta de unos 13 kilómetros de extensión que contiene suficiente carbón para arder durante 250 años más.

El estado de Pennsylvania no renovó el contrato de re ubicación al finalizar el 2005, y el destino de los residentes que aún habitan allí, es incierto.


 Espero que os haya gustado las entradas de hoy.



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Leyenda Urbana - La Futakuchi-Onna

La Futakuchi-Onna pertenece a la familia de los yokai (espíritu malo de la mitología japonesa) y tiene el aspecto de una mujer que, por debajo de sus cabellos y algo más arriba de la nuca, tiene una segunda boca completamente funcional (con labios, dientes y lengua). Normalmente es idéntica a su primera boca según la creencia general, aunque otras veces se muestra con un aspecto mucho más escalofriante y grotesco, dientes afilados y un tamaño desproporcionado. Esta segunda boca tiene vida propia, pues al parecer está animada por un espíritu vengativo, que la impulsa a atormentar a su dueña, gritando o chillando si esta no la alimenta directamente o se acerca a los alimentos y no le ofrece, ya que el poder de esta maldita boca secundaria le da la facultad de manipular los cabellos de la mujer para usarlos como tentáculos que usa hábilmente para proporcionarse comida. Según la leyenda, la boca está allí como una forma de castigo a la mujer que lo sufre, normalmente por no comer suficiente o comportarse de forma egoísta con la comida.

Al igual que otros seres mitológicos de aspecto humano, la Futakuchi-Onna suele pasar desapercibida por aquellos con quienes convive y, por lo general, es descubierta después de que una o más personas se percatan de que los alimentos están desapareciendo misteriosamente en proporciones alarmantes, ya que la segunda boca de la Futakuchi-Onna come el doble de lo que come su anfitriona (la mujer en la cual está, a modo de condena…).

Como ya se dio a entender, y es esto lo que resulta más aterrador en la leyenda, la segunda boca de la Futakuchi-Onna tiene conciencia propia y piensa o, para ser más precisos, piensa el espíritu rencoroso y castigador que la controla… Por esto, esta boca viviente no solo puede gritar, chillar y manipular los cabellos de la mujer, sino que además es capaz de obligarla a cometer casi cualquier tipo de acción, incluso un crimen, y la torturara psicológicamente si se niega, murmurando constantemente y avivando el sentimiento de culpa en la mujer, achacándole la falta moral que la llevó a tener una segunda boca y convertirse en un monstruo…

La historia del avaro:

Esta historia, pasada de generación en generación como una viva advertencia de los castigos sobrenaturales que puede recibir la tacañería, cuenta que, hace mucho tiempo, vivía en un pueblo un artesano muy trabajador, que estaba aún en edad de tener mujer e hijos, y gozaba de cierta holgura económica porque había renunciado a casarse, no porque fuera muy religioso o porque no le gustaran las mujeres, sino porque le producía una profunda aversión la idea de tener que mantener a una mujer, de tener que pagar una boca más… Su dinero era su dinero, era el dinero que conseguía con su esfuerzo, y no quería compartirlo con nadie, pues deseaba poder disfrutarlo él solo, comprándose buena ropa y cosas que, de tener una boca que mantener, seguramente no podría gozar.

No obstante, todo cambió cuando, cierto día, en el pueblo apareció una nueva habitante, que vino sola, sin esposo, padres, hijos, o tipo alguno de compañía. Esta mujer tenía la piel tersa, blanca como la nieve, los cabellos largos y sedosos, y el rostro inundado por una belleza digna de ser retratada por la mano de un hábil pintor. Apenas la vio, el artesano quedó embelesado; sin embargo, lo que realmente le hizo desearla con intensidad y quererla para sí, fue el enterarse, tras un par de días, que la mujer comía sumamente poco, tan poco que, tenerla en casa, acarrearía un gasto económico insignificante en comparación con todo lo bueno que podría obtener con su compañía. Así, el artesano empezó cortejarla hasta que finalmente la convenció para casarse y la llevó a vivir con él.

Inicialmente todo fue alegría, pues la mujer era una compañera agradable y entretenida, y además el artesano veía con gran complacencia que, efectivamente, eran muy ciertos los rumores sobre lo poco que comía. No obstante, el tiempo pasó y el hombre se percató de que sus reservas de alimentos estaban disminuyendo de manera misteriosa, y en cantidad tal que era como si, además de él y la mujer, viviesen dos personas más en la casa, aunque sabía que no habían entrado a robarle porque, justamente por lo aferrado que era a sus posesiones, cuidaba muy bien que nadie entrara a su hogar. Entonces: ¿acaso su esposa se estaba comiendo la reserva cuando él no la veía, cuando dormía o no estaba?… Eso le resultaba un poco difícil de creer porque ella seguía siendo tan delgada como cuando la conoció, y ya debería estar como un luchador de sumo si comiese tanto; sin embargo, se decidió a espiarla para disipar sospechas, de modo que, cierta mañana, fingió ir al trabajo y se quedó escondido en casa…

Lo que vio lo dejó sin palabras, lo horrorizó, y habría gritado si no fuese porque temió perder su vida. Y es que allí, en la cama donde durmió tantas noches con aquella mujer de piel blanca como el marfil, yacía una cosa horrenda, inimaginable, que él no alcanzaba a entender cómo no pudo sentir con sus manos al acariciarle la cabeza a su esposa… Era una boca, con lengua, dientes y labios, una boca viviente que su mujer tenía en la parte de atrás de la cabeza, por encima de la nuca. Esta boca murmuraba cosas que él no alcanzaba a oír, pero creyó que eran acusaciones porque su mujer lloraba con cara de remordimiento, mientras la boca controlaba los cabellos de ella como si fuesen tentáculos, hasta que la mujer se levantó y se acercó a un plato de arroz, y entonces la boca viviente usó los cabellos para agarrar una cuchara y engullir con voracidad la comida…

Fue lo más espantoso que jamás vio en toda su existencia, y unos días después pensó en divorciarse de su esposa, pero la segunda boca intuyó el plan y lo sorprendió en la bañera, llevándoselo a las montañas para matarlo, aunque allí él consiguió escapar y se escondió entre las hierbas y el agua verdosa de un pantano, donde permaneció hasta que su endemoniada mujer desistió y se marchó. Esta es la versión más conocida del final: en la otra, la mujer lo encuentra y lo asesina, devorándole el rostro lentamente con su boca secundaria…

Existen cuatro versiones sobre la procedencia de la segunda boca que caracteriza a estos monstruos, cada una podría considerarse una leyenda independiente aunque todas tienen puntos en común.


  • La mujer que no come: En la actualidad se le llama “anorexia”, pero siempre hubo mujeres que se privaban de comer pudiendo hacerlo para mantener la línea: así, cuando enfermaban gravemente, a veces eran castigadas por las fuerzas que gobiernan el mundo sobrenatural, y el castigo era la aparición de una boca viviente que las obligaba a comer…
  • La mujer que no alimenta a los hijastros: Cuentan que, cuando una madrastra no alimenta a sus hijastros y sólo da de comer a su propia descendencia, es gravemente castigada si esa conducta causa, directa o indirectamente (haciéndolo más proclive a enfermarse y no recuperarse de las enfermedades), la muerte de un hijastro o una hijastra. Entonces le cae una terrible maldición, en la que el espíritu del difunto hijastro o hijastra entra en ella, en su cabeza, donde la atormenta murmurando cosas, y haciéndole crecer una segunda boca que comerá mucho más de lo que le fue negado en vida. Esta creencia se relaciona con una conmovedora historia, en la que una madrastra malvada tenía una hija y una hijastra. A la hija la trataba bien, y le daba de comer en abundancia, en detrimento de la relegada hijastra a la que apenas daba lo suficiente para evitarle la muerte; sin embargo, esto fue mermando la salud de la criatura, que se enfermaba constantemente y un día falleció… Después, pasados unos 49 días (el tiempo máximo en que el alma está en el más allá antes de reencarnar, según el budismo), la madrastra empezó a sentir terribles dolores en la parte posterior de su cabeza: sentía que se le estaba abriendo el hueso, que algo le estaba creciendo, y a veces le parecía escuchar la voz de la hijastra en su cabeza, hasta que un día se despertó y tenía una boca en la parte que le causaba los dolores… Esta boca hablaba con la voz de la hijastra, pues estaba animada por su espíritu que, sediento de venganza, le exigía los alimentos que en vida no le dio, pero en mucha mayor cantidad…
  • La madre egoísta: Parecida a la versión anterior, una creencia dice que la maldición de la boca viviente también cae sobre todas las madres que, bien por tacañería, por glotonería o ambas cosas, se alimentan bien sólo ellas y a sus hijos no dan casi nada de comer, haciendo que se enfermen y mueran. A ellas, les viene la condena de que, el espíritu del hijo difunto, les atormentará bajo la forma de una boca viviente en la parte posterior de la cabeza…
  • La esposa del leñador: Esta versión no se generaliza y se relaciona con una historia particular, en la que un leñador estaba un día cortando un árbol, cuando de pronto su esposa se acercó y él, sin querer, le dio un hachazo un poco por arriba de la nuca… Esto no mató a la mujer, pero la herida nunca sanó, y una boca viviente creció en su lugar…


martes, 4 de marzo de 2014

Pactos con el Diablo o Demonio de Encrucijada

Quizás a todos os suene el tema de hacer un trato con el diablo y alguna vez habéis oído hablar de los demonios de encrucijada, bien pues vamos a hablar sobre este tema.

Puede que ahora se haya puesto muy de moda el tema entre los fans de series que tratan estas cosas pero la verdad es que es algo que lleva atormentando a la humanidad desde hace miles de años y sigue siendo así -Desde que tentó a Eva hasta el apocalipsis del Nuevo Testamento y en la actualidad, el demonio ha estado muy presente-. No solo ha sido temido si no que también ha sido protagonista en muchas obras literarias después llevadas al cine o la televisión. El ejemplo más conocido “El retrato de Dorian Grey” de Oscar Wilde, aunque también muchos autores han sido los que en algún momento han mencionado a este escalofriante ser, como por ejemplo: Fiodor Dostoievski, una vez dijo: “La mujer, sólo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto”; Antonio Machado, “Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza”; Cervantes, “Una de las mayores tentaciones del demonio es ponerle a un hombre en el entendimiento que puede componer e imprimir un libro, con que gana tanta fama como dinero”; Edgar Allan Poe, “El demonio del mal es uno de los instintos primeros del corazón humano” o William Shakespeare entre otros tantos alguna vez dijo: “El infierno está vacío y todos los demonios se hallan aquí”en su obra dramática “La Tempestad”.

El demonio es algo muy antiguo pero lo que no lo es tanto es el tema de el pacto con este, puede quizás que la primera vez que se tuviera referencia de esto fuera en la época de las brujas pero esto tuvo más relevancia a partir de una leyenda urbana no muy antigua que surgió alrededor de un músico llamado Robert Johnson,el junto con otros artistas de su época o anterior dieron pie a esta leyenda. Robert Leroy Johnson nacio el 8 de mayo de 1911 en una localidad situada en el Delta del Mississipi. No conoció a su padre, ya que su madre le habló de él hasta que hubiese cumplido los siete años. En ese tiempo tuvo dos padrastros distintos, abandonó pronto sus estudios para ayudar a sus hermanos y a su madre en las labores del campo y en el duro trabajo de las plantaciones, pero sus principales intereses estaban en la música. 

Robert Leroy Johnson
A los nueve años empezó a jugar con la armonica y la guitarra, convirtiendose en el discipulo favorito de dos heroes locales del blues: Willie Brown y Son House, quienes pronto vieron en el joven a un músico en potencia, más alla que el camino por recorrer aun fuese largo. Fue en 1931 cuando abandonó Robinsonville de forma inesperada y un tanto misteriosa. Cuando regresó, un año después, cantaba y tocaba la guitarra con un estilo único, deslumbrante e innovador. Fue así como la leyenda nació, alimentada de manera inconciente por su antiguo mentor Son House, cuando al escucharlo exclamó: "Ha vendido su alma al Diablo para tocar asi". Así, la leyenda de Robert Johnson se fue alimentando entre sus conocidos, llegando a atribuirle virtudes extraordinarias, como por ejemplo, repetir a la mañana siguiente nota por nota una canción escuchada en la radio luego de una noche de reunión entre muchas personas hablando sobre el sonido del aparato y con Johnson aparentemente no prestando atención a la emisión. No existen pruebas de los vínculos de Robert Johnson con las artes ocultas de la magia negra, sin embargo, la mayor parte de los testigos coinciden en afirmar que sobre el escenario irradiaba un halo mágico que cautivaba al público. Cantaba con una dicción levemente apagada, con una voz apasionada, agonizante y muchas veces afectada, su guitarra era brillante. 

Los temas persistentes en sus blues eran la desesperación religiosa y los demonios interiores. Pero la muerte lo encontró temprano, apareciendo seis años después para reclamar al joven hombre con solo 27 años, de una forma llena de misterios y controversias. Algunos dicen que murió envenenado por un esposo celoso de su mujer, quien era una de las tantas amantes del músico. De Robert Johnson solo quedaron dos fotografias (que resultaron ser tres) y una serie de canciones que aun maravillan a quienes le escuchan.

Una anécdota curiosa que pone de manifiesto el virtuosismo de Johnson, está protagonizada por Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones quien, tras escuchar a Robert Johnson por primera vez, enseguida quiso saber quien era el "otro" guitarrista. Richards no podía creer que fuese una sola persona el que tocaba.

Con pacto o sin él, este hombre ha dejado su marca en el mundo de la música, resonando aun su nombre, luego de mas de 60 años de su muerte, pero su nombre, inevitablemente se encuentra vinculado no solo al blues, sino a la leyenda urbana del demonio en la encrucijada. 

Muchos estadounidenses creyentes sobre este tema afirman que en los cruces de caminos,  el Demonio espera a que den las doce, y por el precio de tu alma te enseña a hacer llorar tu guitarra hasta que la misma sangre fuego.

Si deseas dominar un instrumento y ser reconocido como privilegiado en la música, espera a que se haga de noche y busca un polvoriento cruce de caminos. El hombre vestido de negro acudirá sin demasiada demora. Entregale tu guitarra y deja que él toque su melodía para ti con la misma. Cuando te la devuelva, tus manos se moverán por el mástil con la misma velocidad que una araña en su tela. 

En algunas otras culturas dicen que esto debe hacerse un uno de noviembre y realizar un ritual con una especie de oración a este y una vez aparezca realizar el trato con él, otras dicen que en Noche Buena, a las doce también podrás encontrar al demonio ya que este vaga esa noche para oscurecer y hacer sombra al nacimiento de Cristo. Lo que también varia según la cultura es la duración del trato, en unas el demonio llega a recogerte después de haber obtenido lo que deseabas, en otras esperan al día de tu muerte y en otras son menos benevolentes y solo te dan de 6 a 10 años, una vez pasados esos años su vida llega a su fin. Lo que si coincide en infinidad de culturas es la forma en que vienen a recoger a la víctima, como ya hable anteriormente en el blog, los encargados de esta tarea son los perros del infierno, también conocidos como los hijos de Cancerbero, seres que solo son capaces de ver las víctimas cuando estos vienen a recogerlos para llevárselos al infierno.

Espero que os haya gustado esta entrada.

Muchas Gracias por vuestra visita y Hasta la próxima ^_^

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